jueves, 18 de abril de 2013

Historia de un cupcake

Hola chic@s, ¿qué tal todo? 

Han pasado muchos días desde nuestra presentación, siiiii, pero nos han servido para organizarnos y hornear y hornear. Os iremos contando muchos truquitos que estamos aprendiendo, y productos que hemos probado.

Queremos agradeceros la buena acogida que ha tenido este blog, estamos muy contentas!! Muchíiisimas graciasssssssss! 

Para entrar en materia nos parece importante explicaros de dónde vienen los "cupcakes" , ya que seguro que algunas de vosotras no conocéis bien la historia. 


Estos deliciosos pastelitos forman parte de la tradición culinaria estadounidense, y aparecen en el mercado por el siglo XIX. En su origen, eran tartas individuales, de una masa similar a la del bizcocho, cocida dentro de tazones de porcelana o de barro; de ahí viene su nombre (cup significa "taza" en inglés y cake, "tarta"). Actualmente se hacen sobre moldes de papel rizado, aunque existen algunas tazas muy cucas donde también se pueden hornear y rememorar la antigua tradición.

Set-2-moldes-taza-silicona


En Estados Unidos, sobre todo en los últimos años, han reemplazado a las tartas de cumpleaños, bautizos, etc., y en los establecimientos se venden cupcakes con motivos y decoraciones apropiados para cada ocasión: bodas, comuniones, fin de carrera, jubilación, etc. 
Y para esto estamos nosotras aquí, para que aprendáis cómo hacer estas decoraciones y vayamos cogiendo un poquito de esta tradición americana para sorprender a todos en nuestras celebraciones. 


Cupcake Red Velvet 

Los ingredientes de la masa son siempre los mismos, aunque nada impide introducir variantes (chips de chocolate, frutos secos, fruta, mermelada, licor, etc.). Lo bueno de este postre, es que admite tantas combinaciones posibles, como imaginación tenga el cocinero. Aunque la variedad en un cupcake, viene dada más que nada por la decoración. Para mejorar su presentación se emplean diferentes cremas, elementos decorativos (toppings), figuritas hechas con fondant o chocolate, etc.

Aquí tenemos un ejemplo de decoración con fondant que nos encanta hacer: una rosa.
En un tutorial, más adelante, os explicaremos el paso a paso de cómo hacerlas.

Cupcake con rosa de fondant



Y para terminar, deciros que la diferencia entre el bizcocho de una magdalena y el de un cupcake está en la esponjosidad de la masa. El cupcake tiene que ser mucho más esponjoso que una magdalena, y normalmente tiene un sabor menos dulce. De hecho, si  probamos a comer sólo el bizcocho de un cupcake, nos damos cuenta de que le falta algo, está como huérfanito y tiene un sabor soso. En cambio, una magdalena tiene un bizcocho mucho más compacto y con un sabor muy diferente.

Y ahora ya sabéis un poquito más de estos dulces. 

Muchas gracias por leernos y por vuestros comentarios.

Sweet kisses!!


lunes, 1 de abril de 2013

Estrenamos blog! Cupcakes de Pascua

Finales de semana santa ya, madre mía,  y todavía sin publicar nuestra primera entrada en el blog. No os preocupéis, ya ha llegado, y aquí está. (Qué nervios!)

Os presentamos a....

Nuestros Conejitos de Pascua! 


Esta primera entrada va a ser una ¡sorpresaaaaa! para la otra Cris, que se encuentra de viaje por EEUU recopilando ideas, ingredientes y utensilios, para mostraros en su primer post. Vuelve mañana y se quedará sorprendida por todo lo que he trabajado estos días para, por fin, inaugurar nuestro blog. Nos hacía mucha ilusión estrenar el blog cuanto antes!

La receta que os traigo, en realidad, se podría hacer en cualquier fecha. Los he llamado conejitos de pascua, pero también se podrían hacer para una fiesta infantil. Es un conejito que entra en un cupcake, de ahí que le veamos las patitas, y asoma su cabeza en el otro. 


Bizcocho (Para 12 cupcakes):

200 gr. azúcar blanco
115 gr. de mantequilla sin sal
3 huevos talla M
200 gr. harina normal ( no hace falta ni de repostería, ni de fuerza)
1 y 1/2 cucharaditas de levadura (tipo Royal)
125 ml. de leche semidesnatada (no uséis desnatada porque no sale bien, se queda muy líquida)
1 cucharadita de extracto de vainilla de Madagascar


Preparación:

Ponéis el horno a calentar a 180º mientras vais preparando los ingredientes. 
Sacáis la bandeja para cupcakes y vais repartiendo las cápsulas de papel.

Tamizamos la harina y la levadura y la dejamos preparada.

Mezclamos la leche con el extracto de vainilla y lo dejamos en un recipiente.

Ponemos la mantequilla y el azúcar en un bol y lo batimos hasta que se mezclen.

Añadimos los huevos uno a uno, batiendo hasta que estén incorporados a la mezcla.

Añadimos la mitad de la harina y la mitad de la leche con el extracto y batimos hasta que se incorporen.

Añadimos el resto de la harina y la leche y terminamos de batir. Podemos dar por terminada la mezcla cuando las varillas van haciendo rayas en la mezcla. El resultado debe quedar con la textura de un helado. 

Es muy importante no batir en exceso porque pueden quedarnos los cupcakes muy compactos, y esto se nota luego al comerlos. Lo ideal es que queden jugosos, y con más aire que si fueran una magdalena común. 

Ahora repartimos la mezcla en las cápsulas, con la ayuda de una cuchara para bolas de helado. La cuchara nos da la medida justa para un cupcake. Tened en cuenta que no debemos llenar las cápsulas en exceso porque luego quedan muy altas y parecen volcanes.

Los metemos al horno, y en unos 25 minutos estarán hechos. 

Buttercream de vainilla:

325 gr. azúcar glass (mejor icing sugar, americano)
250 gr. de mantequilla sin sal
1 y 1/2 cucharaditas de extracto de vainilla de Madagascar
3 cucharadas de leche semidesnatada
Colorante alimenticio verde

(He usado el color Party Green de Sugarflair, colorante en pasta)




Preparación:

Primero, tamizamos el azúcar glass.

En un bol ponéis el azúcar, la mantequilla, el extracto y la leche y a batir.
Se bate a velocidad baja durante 1 minuto, y luego le subimos la velocidad hasta obtener la consistencia deseada (unos 4 minutos más). Debe quedarnos muy cremosa para poder añadirla a la manga pastelera y que sea fácil de decorar. Suele ponerse de un color un poco más claro que al principio, aunque no se aprecia demasiado el cambio.

La mezcla la ponemos en una manga pastelera de plástico desechable, con una boquilla tipo césped. Nosotras usamos la boquilla nº 233 de Wilton.

El conejito se hace con fondant de color blanco. Para los ojos he teñido el fondant con colorante extra black de sugarflair (aunque lo ideal es comprar el fondant negro ya teñido).
Y para las patitas y la nariz he usado el colorante claret.

Todas las recetas las voy a ir incluyendo en el apartado de recetas, con algunas fotos más explicativas y algunos vídeos. Dadme tiempo porque estamos empezando.


Fotografías - Roberto Delgado Gallego

Y esto es todo por hoy! 

Espero que hayáis tenido una buena semana santa y que aún tengáis fuerzas para hacer esta receta. Dejaréis perplejos a vuestros familiares, y será la guinda final antes de la vuelta a la rutina.

Se agradecen vuestros comentarios.

Muchos besitos!!

Cristi