¿Quiénes somos?

Aquí estamos nosotras: 

Somos Cristina Sánchez y Cristina Fernández, cuñadas y residentes en Fuensalida (Toledo). Esto de llamarnos igual a veces genera confusión (pasa en las mejores familias). 
Para diferenciamos mejor y que nos vayáis conociendo, vamos a coger  nuestros diminutivos familiares, Cristi y Cris. Así vamos a firmar nuestras entradas en el blog.

Comenzamos nuestra aventura como blogueras para dar a conocer nuestros cupcakes, “pecaditos dulces”, por nuestra provincia Toledana.

Yo soy Cristi. Me defino como aficionada a la cocina en general y admiradora de Karlos Arguiñano. Soy más de salado que de dulce, aunque he de reconocer que en una buena mesa nunca debe faltar un buen postre. En nuestras reuniones familiares siempre me encargo de los platos principales y Cris del postre.

El salto a los cupcakes lo doy por un error en los regalos de Reyes de 2011, que os cuento:

Cris pidió en su carta una bandeja para hornear cupcakes y sus majestades de oriente, por error, la trajeron por duplicado. Imaginaos mi cara de sorpresa al abrir mi regalo y ver para qué quería yo esa bandeja. (Además con lo pequeña que es mi cocina, ¿Dónde la iba a guardar?)

El caso es que ya pasados unos meses (abril 2012) se acercaba el cumpleaños de Cris, y pensé en regalarle un curso de elaboración de cupcakes. Ella había hecho varios intentos con su bandeja pero no se quedaba conforme con el resultado. Claro que, ya que tenía la mía abandonada en un armario, el curso iba a ser para las dos. Y así fue como realizamos en agosto de 2012 el curso de elaboración de cupcakes, del que salimos  encantadas!!

Yo soy Cris. Mi primer encuentro con los cupcakes fue en agosto de 2011, en mi viaje a Londres. Allí en los almacenes Harrods... ¡los vi! todos esos elegantes postres con forma de magdalena, llenos de colores y formas variadísimas, tan bien colocados en expositores que parecían decir... ¡cómeme! 

Fue amor a primer a vista, y pensé: ¡es el postre perfecto! ... y claro, tenía que saber si estaban buenos. Así que me lancé, y aquí me tenéis degustando mi primer cupcake.

¡sabía a gloria!

Ese mismo año para reyes mi novio, que me conoce muy bien, me regaló por sorpresa una bandeja para hornearlos y toppings para decorar. Y el resto de la historia ya lo habéis leído más arriba.